La noche del viernes 28 de febrero de 2025 ofreció un espectáculo poco común: siete planetas del sistema solar se alinearon en una misma franja del cielo, visibles desde varios puntos de México. Este fenómeno, conocido popularmente como “alineación planetaria” o “desfile de planetas”, reunió a Venus, Saturno, Júpiter, Marte, Neptuno y Urano, además de nuestro propio planeta como punto de observación privilegiado.

Aunque el término “alineación” puede hacer pensar en una fila perfecta de planetas, en realidad se trata de una ilusión óptica. Desde la perspectiva de la Tierra, estos cuerpos parecen agruparse en una región del cielo, pero cada uno sigue su propia órbita a millones de kilómetros de distancia. Aun así, el resultado visual es asombroso y ha capturado la atención de aficionados a la astronomía y curiosos por igual.

Las redes sociales se llenaron de imágenes capturadas por usuarios que, con cámaras o telescopios, lograron retratar el momento. En plataformas como X (antes Twitter), se compartieron fotografías donde se distinguen los planetas como puntos brillantes en el horizonte. Algunos usuarios, como Leona Heidern, publicaron acercamientos que mostraron con gran detalle la luminosidad de estos cuerpos celestes durante la noche del fenómeno.

En el Estado de México, el Museo de Murales Teotihuacanos organizó un evento especial para observar la alineación desde el Circuito Arqueológico de la Zona de Monumentos, a pocos minutos de la Puerta 3 de Teotihuacan. Bajo un cielo despejado, decenas de asistentes se reunieron con binoculares y telescopios para no perderse el espectáculo cósmico.

Expertos de la UNAM aprovecharon la ocasión para recordar que estas conjunciones no implican una alineación literal, sino una coincidencia visual desde nuestro punto de vista. En su cuenta de X, la Dirección General de Divulgación de la Ciencia compartió consejos para disfrutar el evento, explicando que algo similar no volverá a ocurrir sino hasta dentro de varios siglos.

Para quienes observaron el fenómeno desde casa, las aplicaciones astronómicas como SkyView, Star Walk 2 y Stellarium fueron grandes aliadas. Estas herramientas permiten ubicar los planetas en tiempo real, guiando al usuario con precisión en el cielo nocturno. La recomendación fue buscar un lugar alejado de las luces de la ciudad, como una reserva natural, una playa o un campo abierto, y mirar entre las 6 y 7 de la tarde, justo después de la puesta del sol.

Aunque algunos planetas como Venus o Júpiter pudieron apreciarse sin ayuda, para divisar a Urano y Neptuno fue necesario contar con binoculares o telescopios. Aun así, bastó con levantar la vista para recordar la inmensidad del universo y el lugar que ocupa la Tierra dentro de él.

Fenómenos como este no solo despiertan la curiosidad científica, sino también un sentimiento compartido de asombro. Por unos minutos, millones de personas alrededor del mundo voltearon al cielo con la misma intención: contemplar el orden y la belleza del cosmos.