La danza mexicana perdió a una de sus grandes figuras. Nieves Paniagua Ruiz, coreógrafa, bailarina y maestra, falleció a los 91 años, dejando tras de sí una huella profunda en la historia del folclor nacional. La noticia fue dada a conocer por la Compañía Nacional de Danza Folklórica (CNDF), agrupación que ella misma fundó en 1975 y que hoy mantiene vivo su legado.

En el comunicado, la compañía expresó: “Hoy la danza se viste de gala en el cielo; nuestra querida maestra Nieves Paniagua Ruiz nos deja con un gran legado, y tal como fue en vida, siempre con el corazón abierto y generoso.”

Nacida el 20 de enero de 1934, Paniagua dedicó su vida entera a promover y preservar la danza tradicional mexicana. Su sueño de niña —ser maestra de baile— se convirtió en una carrera que marcó generaciones. En una entrevista para la serie Perfiles de la danza, producida por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), la maestra recordó con emoción cómo desde pequeña tuvo la fortuna de formarse con grandes mentores que supieron ver en ella talento y disciplina.

A lo largo de su trayectoria, Nieves Paniagua fue alumna de figuras legendarias como Ana Mérida, Guillermina Bravo, Anna Sokolow, Waldeen y José Limón, maestros que influyeron profundamente en su visión artística. Su estilo combinó la técnica académica con el orgullo por las raíces populares, logrando que la danza folclórica mexicana se apreciara dentro y fuera del país como una expresión viva, compleja y llena de identidad.

Además de su trabajo escénico, colaboró activamente con el Inbal en diversos proyectos relacionados con la investigación y enseñanza de la danza, muchos de los cuales sirvieron como base para la creación de nuevas instituciones culturales.

En reconocimiento a su aportación, la Coordinación Nacional de Danza anunció que el próximo 24 de julio se realizará la función especial “Gala 50 aniversario: Nieves Paniagua, herencia viva”, como homenaje a su fundadora y a su medio siglo de labor ininterrumpida.

En redes sociales, bailarines, coreógrafos y artistas lamentaron su partida. Entre ellos, los creadores Serafín Aponte, Raúl Tamez y Rodrigo González, así como la poeta e investigadora Patricia Camacho Quintos, expresaron su cariño y admiración. “Gracias infinitas por tanto amor, enseñanzas y generosidad. Hasta siempre, amada maestra”, escribió González.

Los restos de Nieves Paniagua fueron velados en la funeraria Gayosso de Félix Cuevas, en la Ciudad de México. Con su partida, se cierra un capítulo fundamental en la historia de la danza nacional, pero su espíritu sigue vivo en cada escenario donde un zapateado, una falda o un huapango recuerdan que ella enseñó a México a bailar con el alma.