Desde febrero de este año, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha ofrecido atención psicológica a 950 migrantes a través de su plataforma Acción Migrante, un portal creado para atender el impacto emocional derivado de las redadas y políticas migratorias en Estados Unidos.
De acuerdo con datos del programa, cuatro de cada diez personas atendidas presentan estrés agudo o ansiedad, y dos de cada diez muestran síntomas de depresión. María Elena Medina Mora, coordinadora de Salud Mental del proyecto, explicó que el lanzamiento de la plataforma coincidió con el inicio de operativos migratorios en el país vecino, lo que provocó una alta demanda de ayuda entre migrantes mexicanos y de otras nacionalidades.
La plataforma ofrece atención en tres modalidades: para connacionales que viven en Estados Unidos, mexicanos repatriados y migrantes en tránsito o establecidos en aquel país. Joaquín Narro, director general de Atención a la Comunidad de la UNAM, señaló que el sitio surgió como respuesta a una “necesidad social gravísima” que el rector Leonardo Lomelí identificó ante la creciente vulnerabilidad emocional de la población migrante.
Más de 20 facultades y escuelas de la universidad colaboran en Acción Migrante, que permite canalizar en tiempo real a quienes solicitan apoyo con especialistas, para determinar el tipo de atención que requieren. Desde su lanzamiento el 17 de febrero y hasta el 15 de agosto, se han registrado 950 personas; de ellas, 632 han recibido terapia psicológica, mientras que el resto ha recibido orientación y acompañamiento en otras áreas.
Además, participan las sedes de la UNAM en Los Ángeles, Tucson, San Antonio, Chicago y Boston, así como la estación noroeste del Instituto de Investigaciones Jurídicas, en Tijuana, y la Red Consular de México en Estados Unidos.
El apoyo puede ser breve o extenderse por varias sesiones, dependiendo de la situación de cada persona. Muchas veces, explicó Narro, los migrantes no requieren un tratamiento prolongado, sino información o contención emocional. “Algunos llegan con insomnio, angustia o estrés intenso, pero no necesitan una intervención terapéutica formal; en esos casos se les brinda orientación y se les canaliza hacia otras herramientas”, indicó.
Por ello, la plataforma también incluye un espacio de atención comunitaria para quienes no necesitan consulta clínica, pero sí buscan sentirse acompañados y seguros. Este apartado ofrece recursos emocionales para enfrentar miedos comunes, como perder la vivienda o la custodia de los hijos, situaciones que generan gran ansiedad entre la población migrante.
Con esta iniciativa, la UNAM consolida su compromiso con la salud mental y los derechos humanos, brindando respaldo a quienes enfrentan las consecuencias psicológicas de la migración forzada y las políticas restrictivas que los ponen en riesgo.