El invierno es la temporada ideal para hacer una pausa, reflexionar sobre el año que termina y regalarte una escapada que te recargue de energía. En México hay destinos para todos los gustos: desde quienes disfrutan las montañas cubiertas de nieve hasta los que prefieren seguir en modo playa.
Ya sea que te consideres “team frío” o “team calor”, el país ofrece opciones perfectas para disfrutar de las vacaciones de invierno a tu manera.
Para los amantes del clima frío
Si lo tuyo son las cabañas, la chimenea y el chocolate caliente, hay varios rincones del país donde el invierno se vive con todo su esplendor.
Arteaga, Coahuila, conocido como “la Suiza de México”, combina calles empedradas, casonas antiguas y paisajes de montaña que parecen sacados de una postal. Muy cerca se encuentra Bosques de Monterreal, el único centro de esquí del país, donde puedes practicar deportes invernales, alojarte en una cabaña con chimenea y disfrutar noches acogedoras.
En el norte, Creel, Chihuahua, es un Pueblo Mágico que se viste de blanco durante el invierno. Cuando cae nieve, su paisaje parece de cuento. Un recorrido imperdible es el del Chepe Express, el famoso tren que atraviesa las Barrancas del Cobre y deja ver montañas y bosques cubiertos por una ligera capa de nieve.
Si buscas una experiencia más natural, Mexiquillo, en Durango, es un parque lleno de cascadas, túneles y formaciones rocosas que en invierno se cubren de nieve. Aquí puedes caminar por senderos nevados, deslizarte en trineo o simplemente disfrutar una fogata bajo las estrellas.
Cerca de la Ciudad de México, Valle de Bravo es otra joya para una escapada invernal. Sus días de bosque, lago y neblina matutina son perfectos para desconectarse del ritmo urbano. Y si te animas a explorar más, el Nevado de Toluca ofrece una caminata hacia su cráter y las lagunas del Sol y la Luna, un espectáculo natural que vale la pena admirar.
Para quienes prefieren el calor
Si el frío no es lo tuyo y prefieres seguir disfrutando del sol, México también tiene destinos donde el invierno se siente como verano.
Cancún es la opción clásica: días de playa, aguas turquesas y noches con ambiente festivo. Desde ahí puedes explorar Isla Mujeres, Chichén Itzá o alguno de los muchos cenotes cercanos.
En el Pacífico, Puerto Escondido, Oaxaca, combina el clima cálido con un ambiente relajado. Aquí puedes nadar en playas tranquilas como Carrizalillo o practicar surf en las olas de Zicatela. Al caer la tarde, muchos viajeros participan en la liberación de tortugas, una experiencia que se vuelve inolvidable.
Más al sur, Tulum conserva su encanto entre playas de arena blanca y ruinas mayas frente al mar. Las temperaturas suaves invitan a andar en bicicleta, explorar cenotes y visitar la reserva de Sian Ka’an, donde la selva y el mar se encuentran.
Y si prefieres un ambiente más urbano, Mérida, la “Ciudad Blanca”, ofrece un clima agradable para recorrer su centro histórico, sus mansiones coloniales y sus museos. Desde ahí puedes visitar zonas arqueológicas como Uxmal o pueblos mágicos cercanos como Izamal y Valladolid.
Finalmente, Puerto Vallarta cierra la lista con su clima templado y su mezcla de naturaleza, cultura y vida nocturna. En invierno es temporada de avistamiento de ballenas, y su malecón lleno de arte y restaurantes frente al mar convierte cualquier paseo en una experiencia única.
Ya sea entre montañas nevadas o bajo el sol del Caribe, el invierno en México tiene el escenario perfecto para todos los gustos. Lo importante es elegir tu tipo de clima, empacar con entusiasmo y dejarte llevar por la magia de la temporada.