A treinta metros bajo las calles de Londres, existe una red de túneles que durante décadas permaneció en secreto. Fueron construidos en plena Segunda Guerra Mundial, en 1940, cuando el país se preparaba para resistir los bombardeos de la Alemania nazi. Hoy, ese mismo espacio se prepara para renacer como un atractivo turístico único: un museo de inteligencia militar y uno de los bares más profundos del mundo.

El proyecto, conocido como The London Tunnels, acaba de recibir luz verde de las autoridades locales. Ocupa más de ocho mil metros cuadrados bajo el área de Holborn, justo debajo de la línea Central del metro. En su momento, los túneles fueron diseñados para servir como refugio antiaéreo capaz de albergar hasta ocho mil personas, aunque nunca llegaron a usarse con ese fin. Cuando terminaron de construirse, en 1942, los peores ataques ya habían pasado y los londinenses se refugiaban directamente en las estaciones del metro.

Poco después, el lugar fue adaptado como centro de comunicaciones del gobierno británico y sede del Ejecutivo de Operaciones Especiales, una unidad secreta encargada de enviar agentes a misiones de sabotaje en territorio enemigo. Entre los oficiales que trabajaron en esas operaciones estaba un joven Ian Fleming, quien más tarde crearía al célebre agente 007.

Con el paso de los años, los túneles también sirvieron como punto de conexión telefónica entre el Pentágono y el Kremlin durante la Guerra Fría. Allí pasó la famosa “línea roja” establecida tras la Crisis de los Misiles de Cuba en 1962.

Hasta doscientas personas llegaron a trabajar bajo tierra, en un ambiente completamente confidencial, aunque con algunas comodidades, como una pequeña cantina y un bar. Más adelante, en los años 80, la red cayó en el olvido hasta que fue adquirida por un grupo privado en 2023.

El nuevo plan para el sitio incluye un museo interactivo de la Segunda Guerra Mundial, un memorial dedicado a los más de 40 mil civiles que murieron durante los bombardeos alemanes y la reubicación del Museo de Inteligencia Militar de Gran Bretaña, que actualmente se encuentra en una base de acceso restringido.

El presidente del consejo de fideicomisarios del museo explicó que el propósito es acercar la historia de la inteligencia al público general, no solo a los especialistas. “La pregunta clave que atraviesa toda esta historia es: ¿cómo se distingue la verdad de la mentira?”, comentó.

La apertura del complejo está prevista para 2028 y se espera que atraiga más de cuatro millones de visitantes al año. Angus Murray, director de The London Tunnels, resume el espíritu del proyecto con entusiasmo: “Es un lugar increíble que combina historia, patrimonio y una dosis de novedad. Londres está a punto de redescubrir su propio pasado, esta vez con una copa en la mano”.