Noviembre llega con un clima más fresco y una gran variedad de productos de temporada que invitan a comer rico y saludable. Es un mes perfecto para aprovechar frutas y verduras frescas, además de ingredientes que fortalecen el sistema inmunológico justo cuando comienzan los primeros fríos. Comer de temporada no solo es más económico, también es una forma de cuidar el medio ambiente y disfrutar alimentos en su punto ideal de sabor.

Entre las frutas más recomendadas están la mandarina, la naranja, el plátano, la guayaba y la manzana. Todas aportan vitaminas esenciales, especialmente la C, que ayuda a prevenir resfriados. La guayaba, por ejemplo, es una de las frutas con mayor concentración de esta vitamina y puede disfrutarse en jugos, licuados o postres. Las mandarinas y naranjas son aliadas naturales para mantenernos hidratados y con energía, además de ser perfectas para llevar como snack.

Las verduras de temporada también ofrecen mucho color y nutrientes. El betabel, la calabaza, la espinaca y la acelga son ideales para sopas, guisos o ensaladas calientes. El betabel ayuda a mejorar la circulación, mientras que la calabaza, tan presente en estas fechas, es rica en antioxidantes y fibra. Por su parte, las espinacas y acelgas son excelentes fuentes de hierro y ácido fólico, perfectas para fortalecer el cuerpo ante los cambios de temperatura.

Este mes también es ideal para disfrutar alimentos que reconfortan y nutren, como sopas y caldos con verduras frescas, panes integrales, frutos secos y legumbres. Las lentejas y frijoles, por ejemplo, aportan proteínas y energía sin necesidad de consumir carne. Además, combinan muy bien con las verduras de temporada, creando platillos llenos de sabor y beneficios.

Para los que disfrutan cocinar, noviembre es un buen momento para preparar platillos tradicionales con ingredientes locales. Desde calabaza en tacha o panes con frutos secos, hasta ensaladas templadas con betabel y cítricos, las opciones son muchas y se adaptan a todo tipo de gustos. Aprovechar los productos de la estación también puede ser una forma divertida de experimentar con nuevos sabores en la cocina.

Comer de temporada tiene ventajas más allá del sabor: los productos suelen ser más frescos, económicos y con menor impacto ambiental, ya que no requieren largos traslados ni almacenamiento prolongado. Así que este noviembre, vale la pena llenar la mesa de colores naturales, aromas frescos y alimentos que nos conecten con lo mejor de la tierra.